La epigenética ha desempeñado un papel clave en la formación de nuestra personalidad y sentido de identidad, así como en el condicionamiento de nuestros sistemas de creencias 3D sobre la naturaleza de la realidad. Es la base de todo lo que creemos que somos, que se ha formado a partir del entorno externo y luego ha interactuado con nuestra firma genética única para generar una serie de reacciones de causa y efecto. La programación de control mental que influye en los programas de ego negativo está dirigida específicamente a la frecuencia de las capas del plexo solar 3D, y esta es la estación principal de identidad que se forma en nuestras funciones mentales conscientes y matriz de personalidad. Todos los estímulos energéticos externos a los que estamos expuestos en el mundo material 3D, visibles e invisibles, así como los factores heredables de la genética ancestral y colectiva, son algunos de los ingredientes clave en cómo nuestros genes se expresan en ciertas características que se forman en nuestra mente consciente y la programación del ego. Cuando comenzamos el proceso de ascensión espiritual, nuestro centro cardíaco se abre y durante estas primeras etapas soportamos la noche oscura del alma, cuando el ego está desmantelando y rompiendo los sistemas de creencias que las estaciones inferiores de identidad mantienen en el tiempo. Con el tiempo y con la experiencia, cuando se dedican al proceso de desarrollo de la conciencia, estos factores externos epigenéticos tienen cada vez menos influencia sobre nosotros, ya que damos a luz al verdadero ser central auténtico, el ser espiritual interno.
Esencialmente, la epigenética son las influencias biológicas que colocan una superposición sobre nuestros genomas y pueden cambiar la expresión génica sin cambiar permanentemente la estructura del ADN. Estamos preprogramados con superposiciones epigenéticas cuando nacemos en este mundo, y comenzamos a usar estas superposiciones de pensamientos y creencias sociales, muchas de las cuales son muy dañinas y destructivas para nuestro cuerpo y conciencia. Sin embargo, cuando la raza humana se despierta y comienza a expandir la conciencia, podemos elegir alinear nuestra mente con pensamientos e imágenes positivas y afirmativas de la vida, que transforman las superposiciones epigenéticas, cambian nuestra línea de tiempo y cambian la dirección de nuestro destino futuro para estar alineados con nuestra máxima expresión.